Este dispositivo podrá eliminar la suciedad mediante burbujas y monitorear el sistema nervioso.
La inteligencia artificial ha irrumpido en muchos campos a lo largo y ancho del mundo. Algunos la utilizan en tareas asociadas al aprendizaje, otros la emplean para brindar atención automatizada y, unos cuantos más, desean explotar sus ventajas para ofrecer relajantes y modernos baños humanos.
Para los que creen que el agua caliente, los exfoliantes y las velas perfumadas no son suficientes, la empresa Science, con sede en Osaka, ha apostado por crear una “lavadora humana” que funciona con un complejo sistema de inteligencia artificial.
Su objetivo es “lavar la mente y el cuerpo” a través de una experiencia sensorial holística. Esta incluye, de acuerdo con ‘Daily Mail’, un baño ultrasónico con burbujas que eliminan a profundidad la suciedad de los poros y un espacio de completa relajación para reiniciar el estado físico y mental de la persona que lo use.
Lo que se puede observar en los videos difundidos es que lo único que debe hacer el individuo es ingresar a la bañera y sentarse en la silla que se encuentra adaptada en el interior. Una vez allí, las microburbujas empezarán a hacer la limpieza, al tiempo que un sensor medirá la frecuencia cardíaca.
Los investigadores usan el sensor, conectado a un electrocardiógrafo, para monitorear el estado del sistema nervioso del usuario. De esta manera, pueden ver qué tan relajado está mientras observa videos en una pantalla resistente al agua.
“Los sensores de la lavadora miden el estado del sistema nervioso simpático y parasimpático, y la inteligencia artificial integrada utiliza los datos recopilados para crear el entorno más cómodo posible”, detalla el portal especializado ‘FuturoProssimo’.
Esta “lavadora para humanos”, que recibe el nombre de Proyecto Usoyaro, no está completa hasta el momento. Se preveé que haga su primera aparición en público en la exposición de Osaka de 2025.
La inspiración detrás del Proyecto Usoyaro
Cuando el director de Science, Yasuaki Aoyama, asistió a la Exposición de Osaka de 1970 quedó fascinado con un invento: se trataba de un baño ultrasónico de la compañía Sanyo Electric.
Este se llenaba automáticamente con agua caliente, una vez la persona ingresaba a la estructura en forma de huevo. Posteriormente, comenzaba a masajear para brindar una experiencia relajante. Todo esto mientras las ondas supersónicas removían la suciedad.
La creación era demasiado evolucionada para una época en la que darse baños en casa era poco común. Sin embargo, esto no impidió a Aoyama aplicar la misma tecnología en sus lavadoras.
Tras muchos estudios y años de desarrollo, Yasuaki logró idear “una tecnología de lavado que producía burbujas de solo tres micrómetros de diámetro y eliminaba la suciedad y el cloro de la piel”, según el diario británico citado anteriormente.
Su objetivo, más que lucrarse económicamente, era ayudar a las personas que, al igual que su hija, padecían de reacciones inflamatorias al cloro o a los productos químicos que salían del grifo. Fue así que en el año 2007 fundó Science, una empresa tecnológica que se especializa en innovaciones para baños y cocinas.